El impacto de la inclusión financiera en México: retos y oportunidades

La inclusión financiera se refiere al acceso y uso de productos y servicios financieros adecuados, asequibles y de calidad por parte de la población, especialmente de los sectores más vulnerables y excluidos. La inclusión financiera tiene el potencial de contribuir al desarrollo económico y social de un país, al facilitar el ahorro, la inversión, el consumo, la protección y la generación de ingresos de las personas y las empresas. Asimismo, la inclusión financiera puede mejorar la equidad, la estabilidad y la eficiencia del sistema financiero, al ampliar su base de clientes, diversificar sus riesgos y aumentar su competencia.

Sin embargo, México enfrenta importantes desafíos para lograr una mayor inclusión financiera de su población. Según el Banco Mundial, en 2020, solo el 47% de los adultos mexicanos tenía una cuenta bancaria, frente al 69% del promedio de América Latina y el Caribe y al 76% del promedio de los países de ingreso alto. Además, el 42% de los adultos mexicanos no tenía ningún tipo de ahorro formal o informal, el 86% no tenía acceso a ningún tipo de crédito formal o informal y el 58% no tenía ningún tipo de seguro formal o informal. Estos indicadores muestran que existe una gran brecha entre la oferta y la demanda de servicios financieros en México, así como una baja penetración y diversificación de los mismos.

Entre los principales factores que limitan la inclusión financiera en México se encuentran: la baja educación y cultura financiera de la población, que reduce su confianza y conocimiento sobre los beneficios y riesgos de los servicios financieros; la falta de infraestructura y canales de distribución adecuados, que dificultan el acceso físico y digital a los servicios financieros, especialmente en las zonas rurales y marginadas; la escasa innovación y adaptación de los productos y servicios financieros a las necesidades y preferencias de los diferentes segmentos de la población, especialmente de los más pobres y vulnerables; la insuficiente regulación y supervisión del sector financiero, que no garantiza la protección de los derechos y la seguridad de los consumidores financieros, ni fomenta la competencia y la transparencia del mercado; y la falta de coordinación y articulación entre los diferentes actores e instituciones involucrados en el ecosistema financiero, que impide una visión y una acción integral y coherente para promover la inclusión financiera.

Ante este panorama, México tiene también importantes oportunidades para avanzar hacia una mayor inclusión financiera de su población. Entre ellas se destacan: el crecimiento y la diversificación de la oferta de servicios financieros, impulsado por la entrada de nuevos actores, como las fintech, las cooperativas, las microfinancieras y las empresas de telecomunicaciones, que ofrecen soluciones innovadoras, ágiles y de bajo costo, aprovechando las ventajas de la tecnología y la digitalización; el desarrollo y la implementación de políticas públicas y programas sociales orientados a la inclusión financiera, como la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera, el Programa de Educación Financiera, el Programa de Inclusión Financiera de las Mujeres, el Programa de Inclusión Financiera de los Jóvenes, el Programa de Inclusión Financiera de los Pueblos Indígenas y el Programa de Inclusión Financiera de las Personas con Discapacidad, entre otros, que buscan ampliar el acceso, el uso y la calidad de los servicios financieros para los grupos más desfavorecidos y excluidos; el fortalecimiento y la modernización del marco regulatorio y supervisor del sector financiero, que busca promover la competencia, la transparencia, la protección y la seguridad de los consumidores financieros, así como incentivar la innovación y la adaptación de los servicios financieros a las necesidades y preferencias de la población; y la generación y el aprovechamiento de la información y el conocimiento sobre la inclusión financiera, que permite medir, evaluar y mejorar el impacto de las acciones y las políticas públicas en este ámbito, así como identificar las brechas, las barreras y las oportunidades para avanzar hacia una mayor inclusión financiera.

En conclusión, la inclusión financiera es un tema relevante y estratégico para el desarrollo económico y social de México, que plantea importantes retos y oportunidades para el sector financiero y para el sector público. Se requiere de una visión y una acción integral, coordinada y coherente entre los diferentes actores e instituciones involucrados en el ecosistema financiero, que ponga al centro las necesidades y preferencias de la población, especialmente de los sectores más vulnerables y excluidos, y que aproveche las ventajas de la tecnología y la digitalización para ofrecer productos y servicios financieros adecuados, asequibles y de calidad, que contribuyan al bienestar y al progreso de las personas y las empresas.

Este artículo se basa en información obtenida de las siguientes fuentes:

  1. La inclusión financiera en México, retos y oportunidades
  2. La inclusión financiera en México, retos y oportunidades | FAIR … – Tec
  3. La inclusión financiera en México, retos y oportunidades

 

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